viernes, 2 de marzo de 2012

Dreams come true (Parte 3)

Se quedó durmiendo casi a mitad de trayecto, con la pequeña libreta llena de ideas:
- Preparar el desayuno
- Cartas escondidas
- Pistas para conducirlo a algo
- Recogerlo en la universidad sin decirle nada
- ¿Rosas?
Y la lista continuaba hoja tras hoja, hasta completar 5. A otra cosa quizás, pero a imaginación no le ganaba nadie. Lo conocía, sabía que le gustaba, sabía que podía dárselo día tras día. No quería que hubiera un día sin obtener miles de sonrisas. Aunque seguro que por su forma de ser, tanto la de él como la de ella, las sonrisas saldrían solas sin sorpresas. Pero cuando una chica es detallista, romántica y soñadora, no se le pueden parar los pies. Y más, si es junto a una persona como él, que al igual que ella, disfruta de los pequeños detalles que le ofrecen y ella estaba dispuesta a cubrirlo de pequeños detalles.
Pasó una media hora desde que se durmió, se despertó sobresaltada, el móvil, tenía un whatsapp:
- "Preparada para el día?", era de Jorge
- "Más que preparada, llevo hora y media de tren ya, ya mismo estoy allí, aún no me lo creo", respondió
- "Más te vale que la botella no sea de negrita y sea de las buenas" 
- "No te preocupes por eso, cumplo con mis promesas jajajaja" "Oye, se ha despertado Alberto ya?"
- "Si, y no hay quién lo calle, está intentando sobornarme"
- "Ni se te ocurra decir nada!!! Te duplico su oferta por tu silencio"
- "Ya sabes que no hace falta, te di mi palabra ;)"
- "Claro claro... ahora llaman al ron palabra? :P"
- "Qué se lo digo!"
- "Vale ya me callo" "Bueno aún no, estoy muy nerviosa, quiero verlo"
- "Te aseguro que no se lo espera para nada, seguro que no se lo creerá aunque te vea" "Te dejo, que voy a la uni, nos vemos en la estación ;)"
- "Oki ^^, ten buen día" "Un beso" 
Ahora no podía volver a dormirse, estaba ya cerca de su segundo destino. Aún tenía que pensar en la llegada. Pero se le ocurrió una idea mejor, mandarle un mensaje de buenos días a Alberto: 
"Buenos días principito, estoy muy nerviosa... Espero que todo salga bien. Perdona por haberte abandonado ayer tan pronto, pero necesitaba dormir, ya lo entenderás cuando te cuente tranquilamente ;). Qué tal has dormido? Espero que genial. Me hubiera encantado ver esa carita de angel mientras duermes... No olvides que me encantas, te echo de menos. Cuando llegue, hablamos (K)" 
Le dejó un par de indirectas en el mensaje, pero como él no sabía cuál era el "examen" ni la "sorpresa", no le daría mayor importancia.
Estuvo todo el trayecto sola, no había nadie a su lado, hasta la penúltima estación. Cuando el tren hizo su parada, subió un chico. Era un chico espectacular, pero ella iba centrada en Alberto, ni siquiera se dio cuenta de que había subido alguien. Hasta que el chico se sentó a su lado. Era un chico alto, rubio de ojos verdes. Iba con traje, así que iría a la capital a trabajar. Carmen no le prestó mucha atención hasta que le habló. 
- Perdone señorita, hoy me ha quitado mi sitio.
- ¿Disculpe? - dijo ella mientras se quitaba los auriculares - Estaba escuchando música y no le he oído
- Primero no me llames de usted, soy demasiado joven para eso.
- Bueno, perdona, pero tampoco te conozco para hablarte de tú.
- Eso de no conocerme tiene remedio... 
Ella esbozó una sonrisa para no parecer maleducada, y bajó la mirada. El chico se dio cuenta que, quizás, su comentario no era oportuno y que ella parecía incómoda. 
- Perdona, me presento, me llamo Ivan. Y te decía que hoy me has quitado mi sitio.
- No, comprobé el número mil veces antes de sentarme aquí...
- Ya lo sé - dijo casi sin dejarle acabar - pero siempre me pongo ahí. Me gusta la ventana. 
- Ah pues... Lo siento, pero la ocasión merecía la pena. Quizás si te hubieras adelantado, tendrías ventana.
- Puede ser, pero prefiero pagar el precio de no tener ventana si estoy sentado junto a una chica como tú. 
Ella estaba algo incómoda, odia esos tipos de chicos. Esos chicos chulos, que creen que pueden tener cualquier cosa cuando ellos quieran. El trayecto se le estaba haciendo larguísimo. Pero tenía un lema: "para chulo tú, chula yo".
- Eres muy gracioso - dijo ella con una pequeña risa, esas risas insignificantes, esas que haces para reír la gracia - Perdona, sigo escuchando música.
Irene, su mejor amiga, habría estado orgullosa de su contestación. La cara del chico creído era un poema. Era una mezcla de "no puede ser que me hayan dado un no" con "ostia la tía". Ella reía para si misma, disfrutaba demostrándole a ese tipo de chicos, que con ella eso no funcionaba. 
Quedaban 5 minutos de trayecto, estaba deseando llegar a la estación de Madrid, para luego coger el bus hacia Zamora. 
Y pensaréis, ¿por qué la estación de Madrid? Sencillo, ahí tenía que hacer una parada, obligatoria, para ver a unas personas muy importantes para ella. ¿Quiénes serán?

Segundo destino casi conseguido, continuará... 





4 comentarios:

  1. diossss q tensionnnnnn yo kiero leer massss aunq weno imagino q tendras lio per q sepas q me tienes enganchadisima jejeje y ese ivan no em gustto nada un besazo

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    1. Gracias por engancharte ;) Iré poco a poco, aunque hoy estaba inspirada... Pero no creo que meta la 4 parte ya, y este finde lo tengo un poco ocupado... pero para la semana que viene, lunes - martes, intentaré que esté ^^

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  2. Increíblemente perfecto!!
    ya sabes que me he emocionado... y que no he podido remediar pegar saltitos de alegría al leer la última frase y bien sabes porque es!!! :D
    te quiero mi so penca preciosa, guapísima y más bonica que to las cosas!!! :P

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    1. ala ala alaaa cómo se nota que me mimáis!!! :$ yo si que te quiero pequeñaja, gracias por seguir la historia, me alegro que te guste :$

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